La COP22, que tuvo lugar en Marraquech del 7 al 18 de noviembre, ha estudiado la implementación de las decisiones tomadas en París en año pasado con ocasión de la COP21, en el curso de la cual 195 países adoptaron el primer acuerdo mundial sobre el clima, a fin de limitar el calentamiento global a menos de 2°.
Este año, en pleno núcleo de los debates de la conferencia de Marrakech: la salud pública y el cambio climático. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado: «sin la aplicación de medidas adecuadas de atenuación y de reducción para luchar contra el cambio climático, la salud pública mundial afrontará riesgos inaceptables.»
Cada año, la polución del aire es culpable de 6,5 millones de muertes en el mundo. La OMS prevé que entre 2030 y 2050, el cambio climático conllevará 250.000 muertes más, debidas a la malnutrición, al paludismo, a la diarrea, y al stress hídrico vinculado al calor.
La OMS recuerda que hay que invertir más dinero “de manera que la salud sea reconocida como una prioridad en las financiaciones del clima y para integrar las consideraciones climáticas en los mecanismos de financiación nacionales e internacionales de la salud”.