Algunas mentes brillantes han decidido poner su genialidad al servicio de la educación al objeto de hacerla disponible en una de las partes del mundo de más difícil acceso. Entre las muchas invenciones mencionadas en este artículo, hay ese balón de fútbol que recopila energía con cada patada, o la comba que obtiene energía con cada giro de cuerda. Después la energía se convierte en luz, lo que posibilita que los niños estudien en la oscuridad. Está también ese gigantesco contenedor marítimo en la India que proporciona ordenadores a los estudiantes en lugares remotos, o el teléfono móvil que graba y distribuye historias del lugar para mejorar los índices de alfabetización de los niños. Los teléfonos se utilizan también para grabar correos de voz que entregan mensajes educativos para padres analfabetos sobre cómo cuidar, y educar, a sus hijos pequeños. Sin sustituir el papel de los gobiernos, los profesionales y sindicatos de la educación en el desarrollo de una educación gratuita y de calidad para todos, estas pequeñas iniciativas pueden contribuir definitivamente a mejorar las vidas de los alumnos. Pueden descubrirse aquí más invenciones.